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Entrevista de trabajo como promotor/a o azafato/a: cómo lidiar mejor con ella

A la hora de hacer una entrevista de trabajo podemos aplicar una de las frases célebres del escritor Oscar Wilde: “No hay una segunda oportunidad para causar una primera impresión”. Es difícil que en la vida tengamos una segunda oportunidad para que alguien cambie de opinión sobre nosotros, esto se complica todavía más en el caso de las entrevistas de trabajo y su corta duración.

En este caso, entonces, tenemos que tener en cuenta lo sagrado que es llevar la ropa adecuada. Desde la entrevista debemos presentarnos con la ropa indicada para el contexto, no hace falta ir demasiado formal ya que ante todo debes sentirte a gusto ¡pero tampoco llevar la ropa del gimnasio!

Aun así, no queremos hacer las recomendaciones habituales cómo, por ejemplo, la importancia de la puntualidad. Preferimos daros algunos consejos prácticos sobre cómo superar una entrevista en una agencia para trabajar como azafato/a o promotor/a.

Para empezar, podemos dividir la entrevista en diferentes fases: la primera, llamada “calentamiento”, es la que dura los primeros minutos y que sirve para romper el hielo. No subestimes nunca esta fase de presentación con el entrevistador: algunos estudios muestran que, en un tercio de los casos, el seleccionador decide si confiará en un candidato o no en los primeros 2 minutos.

El consejo que te damos es tener una actitud relajada, mostrando curiosidad por la actividad, siendo simpático, sonriendo e, incluso, haciendo alguna broma.

Entra a la entrevista con energía, ya que se tratará de un examen dónde lo que se pondrá a prueba serán tus habilidades y, sobre todo, tu personalidad, para ver si están en consonancia con el tipo de trabajo requerido. Como en cualquier situación de la vida, tratar de ocultar tus defectos solo los resaltará, así que aquí va nuestro consejo estrella: trata de convertir esos defectos en fortalezas.

¿Sacaste malas notas en la universidad? Enfócalo hacia tus ganas de empezar cuanto antes en el mundo laboral y convertirte en una persona independiente.

¿Has tenido alguna experiencia laboral muy corta? Enfatiza tu capacidad de adaptación en contextos dinámicos y cambiantes. En cualquier caso, evita negar tus debilidades: nadie es perfecto, cualquiera que piense que lo es peca de presuntuoso.

Después de esta fase de “selección” el siguiente paso es hablar sobre la actividad propuesta: en este caso, es muy útil preguntar acerca de la empresa, el producto y los servicios que vas a representar en caso de ser la persona seleccionada. No hay nada peor que no mostrar curiosidad por el trabajo, te hará parecer desganado y desmotivado.

Cualquiera que sepa cómo venderse a sí mismo, sabrá cómo vender bien la empresa para la que trabaja. Si es cierto que es positivo dar una buena impresión de uno mismo, también debemos evitar mostrar lo que no somos. Por ejemplo, proponerse para un alto cargo a los 23 años o mostrarse con actitudes seductoras o de superioridad. Esto seguramente dará la imagen de ser una persona insegura y, por lo tanto, no confiable.

También debemos evitar hacer juicios o afirmaciones extremistas o drásticas. Esto no significa que debamos mostrarnos sin personalidad, sino que debemos actuar de forma más equilibrada que provocativa. Para trabajos como los de azafato/a y promotor/a se seleccionan perfiles capaces de estar en contacto con el público y mantener con ellos todo tipo de conversación sin ofenderles.

Por lo tanto, recomendamos desarrollar las respuestas y aclarar todo aquello que pueda parecer ambiguo, si se requiere. Hablar bien también significa no hablar demasiado: incluso durante las entrevistas, la síntesis es una de las virtudes más preciadas. Transmitir la mayor cantidad de información en el menor tiempo posible significa tener metodología, rigor lógico y habilidades expresivas; cualidades indudablemente valorables en este sector.

Finalmente, haz preguntas respecto a la actividad, los horarios, la empresa y la agencia en general: esto demostrará interés y voluntad. Les hará ver que eres capaz de manejar todo tipo de situaciones con responsabilidad y resolución, con lo cual les darás la confianza necesaria para ser la persona seleccionada.

Ya solo nos queda desearte: ¡Buena suerte!